La siguiente es información oficial del Partido Demácrata
Cristiano de Honduras, sobre la que Honduras Revista Internacional
no emite juicio alguno.
HISTORIA DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA
EN HONDURAS
Surgimiento del Movimiento Social Cristiano
10 de septiembre de 1968
Las 14 personas que fundaron el Movimiento
Demócrata Cristiano de Honduras (MDCH) el 10 de septiembre
de 1968 en Choluteca se comprometieron a hacer de la promoción
de las ideas y de la Organización Demócrata Cristiana “la
principal misión de su existencia”. La mayoría de ellos eran
profesionales ligados al amplio Movimiento Social Cristiano
que, bajo el impulso de la iglesia Católica, se venia desarrollando
en Honduras desde 1960.
El Movimiento Demócrata Cristiano de Honduras
(MDCH) surgió a la vida pública en Diciembre de 1970 para
“librar una permanente lucha en busca de la justicia social,
promoción del desarrollo de Honduras y un nuevo estilo de
hombre político”. Para esa fecha el MDCH contaba con mas de
130 militantes activos e inscritos en su registro de miembros
así como con muchos simpatizantes no registrados.
El MDCH, cuyo antecesor inmediato fue el comando
Revolucionario Social Cristiano que se había fundado en Diciembre
de 1967, encontró eco mas que todo en la población campesina.
La guerra entre Honduras y El Salvador, que
tuvo lugar en julio de 1969, interrumpió temporalmente la
labor organizativa del MDCH. Sus miembros operaron en la defensa
civil durante el conflicto y, aunque todavía no actuaban públicamente,
enjuiciaron la acción bélica en todo lo que esto tuvo de negativo
para ambos pueblos y de beneficioso para las oligarquías nacionales.
Pasada la guerra, el 29 de septiembre de 1969,
el movimiento se reorganizó bajo la dirección del Ingeniero
Vicente Williams como Secretario General, Ramón Velásquez
como Secretario de Organización, Alfredo Landaverde Secretario
de Formación, Juan R. Martinez , Secretario de Actas y Carlos
Martínez, Secretario de Información.
En ese mismo periodo fue fundado el Instituto
de Formación “Enmanuel Mounier”, cuyo primer director fue
Rodolfo Sorto.
A partir de junio de 1970, la Secretaria Nacional
de Información bajo la responsabilidad de Oscar Mejía, desarrolló
una intensa labor de difusión que atrajo más simpatizantes
al movimiento.
I Pleno Nacional
El Primer Pleno Extraordinario, reunido en
Tegucigalpa del 5 al 6 de diciembre de 1970, autorizó la presencia
pública del MDCH y aprobó sus documentos básicos: los Estatutos
y los Documentos de Estrategia.
En cuanto a su estrategia el MDCH optó por
comprometerse en la construcción del poder organizado de las
clases menos favorecidas y por la creación de un amplio consenso
popular por la necesidad de un cambio revolucionario en el
país. Se partió que sólo es posible incorporar a la población
a las grandes tareas del desarrollo y la democratización del
país, si se realiza un intenso trabajo de formación y organización
de manera que la presión ascendente de la población abra la
posibilidad de un cambio en la estructura del poder político.
Cuando se realizo el pleno, el periodo presidencial
del General Oswaldo López Arellano se acercaba a su fin.
La guerra entre Honduras y el Salvador había
producido, además del fortalecimiento de la imagen Política
del ejercito, la neutralización de los conflictos de clase
y el fortalecimiento de la unidad nacional como elemento ideológico
de la clase dominante.
En estas circunstancias, el presidente de
la República y jefe de las Fuerzas Armadas, el recientemente
creado Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) y la
confederación de Trabajadores de Honduras (CTH) lanzaron un
llamamiento para que se integrara un Gobierno de unidad. El
7 de enero de 1971 se firmo el pacto de unidad entre los dos
partidos tradicionales (Liberal y Nacional), el cual fue avalado
por las fuerzas que habían propuesto la idea. Ambos partidos
se comprometían a realizar un programa mínimo de Gobierno,
sea cual fuere el que ganara la presidencia de la República.
El primer manifiesto del MDCH (15/12/1970)
fijaba ya su posición frente a las futuras elecciones al afirmar
que el Movimiento no surgía “tratando de participar en la
lucha que se avecina” y agregaba “surgimos como Movimiento
político para establecer un consenso en cuanto a la problemática
del subdesarrollo, denunciar la injusticia y formar las organizaciones
que harán posible el cambio revolucionario que anhelamos”.
II Pleno Nacional
El segundo pleno del MDCH, que se realizó
los días 19 y 20 de febrero de 1972, coincidió con la muerte
de 6 campesinos del Movimiento Social Cristiano en La Talanquera,
Juticalpa, departamento de Olancho.
Los autores de tal echo de sangre fueron miembros
de la policía, quienes de acuerdo con el terrateniente supuesto
dueño de la tierra, trataban de expulsar violentamente al
grupo campesino que reclamaba el derecho a cultivar la tierra
que tenían ocupada. Este echo mereció el repudio unánime del
pueblo hondureño y contribuyó a debilitar mas al Gobierno
Liberal-Nacionalista.
El segundo pleno, integrado por 49 delegados,
cambio el equipo de conducción del MDCH, pero ratificó como
presidente al Dr. Hernán Corrales Padilla dirigente que desde
que ingreso al Movimiento en 1970 conservó un liderazgo indiscutido
en las filas de la Democracia Cristiana.
En el manifiesto emitido en relación a los
sucesos de La Talanquera (23/2/1972) el MDCH planteaba uno
de los temas que habrían de constituir una de sus banderas
de lucha: la participación de los campesinos en los organismos
relacionados con la Reforma Agraria. El MDCH pidió el castigo
de los funcionarios, terratenientes y miembros del ejercito
que pudieran estar implicados en el crimen, la participación
de las organizaciones campesinas en el Consejo Nacional Agrario
y la Reorganización del Instituto Nacional Agrario (INA) con
hombres capaces, dinámicos y concientes de la necesidad que
tiene Honduras de la Reforma Agraria.
Los equipos de dirección del MDCH estuvieron
especialmente empeñados en exigir al Gobierno Liberal-Nacionalista
del Dr. Cruz, el castigo de los culpables de las muertes ocurridas
el 18 de febrero en La Talanquera y en cumplir el mandato
del pleno en cuanto a que se elaborara la plataforma ideológica
del Movimiento.
III Pleno Nacional
Al celebrarse los días 10 y 11 de marzo de
1973 el tercer Pleno Nacional del MDCH este pudo confrontar
la tesis del Gobierno Militar acerca del desarrollo del país
con sus propias tesis, contenidas en ideario aprobado recientemente
por un pleno extraordinario.
Efectivamente, el 28 de Diciembre de 1972,
24 días después del golpe de estado y pese a estar prohibida
toda actividad política, los delegados Demócrata Cristianos
se reunieron en un pleno extraordinario para discutir y aprobar
su plataforma ideológico-política.
Fuentes importantes de consulta fueron las
obras de Maritain, Enmanuel Mounier y demás personalistas
franceses, la Doctrina Social de la Iglesia, el Documento
Ideológico de la Juventud Demócrata Cristiana de América (JUDCA).
Así como escritores latinoamericanos Demócrata Cristianos
Jaime Castillo, Rafael Caldera y Rodimiro Tomic.
El Ideario fue dado a conocer públicamente
el 20 de febrero de 1973 en Diario “La Prensa” y, como hemos
dicho, oriento ya las deliberaciones del tercer pleno sobre
la nueva realidad política del país e influyó de alguna manera
en la posición que el M.D.C.H. adopto frente al régimen Militar.
En esta ocasión se nombro también una comisión
para elaborar un anteproyecto de plan de trabajo para 1973.
La secretaría ejecutiva nacional quedo integrada
por Alfredo Landaverde (Secretario ejecutivo), Ramón Velásquez
(Secretario de Organización), José Roberto Molina (Secretario
de Finanzas), Oswaldo Discua (Secretario de Información),
y Roberto Vallejo (Secretario de Formación).
IV Pleno Nacional
Los días 2-3 de marzo de 1974, se llevo a
cabo el IV pleno del MDCH, en el cual los delegados revisaron
el informe de las realizaciones de los Organismos Nacionales
del partido durante el periodo anterior, analizaron el informe
político presentado por el directorio y establecieron las
grandes tareas para el periodo siguiente, así como eligieron
a las personas que integrarían el Directorio Nacional y el
Comité Disciplinario.
Los organismos superiores del MDCH, quedaron
integradas por las siguientes personas: Marco Orlando Iriarte,
Presidente; Ramón Velásquez N., Vice-Presidente; Felix Valle,
Secretario; José R. Molina, Vocal I; Ramón Romero, Vocal II;
Raquel Santamaría, Vocal III; René Bulnes S., Vocal IV.
Comité Disciplinario como propietarios: Hernán
Corrales Padilla, Ventura Alvarez, Benjamín Santos, como suplentes:
Mauricio Hernández, Roberto Vallejo y Juan Bautista Avila.
La Secretaría Ejecutiva Nacional fue integrada,
por decisión del Directorio Nacional, por Alfredo Landaverde,
como Secretario Ejecutivo; Oswaldo Discua Z., como Secretario
Nacional de Organización; Vilma de Pacheco, como Secretaria
Nacional de Formación; Jorge Maldonado, en la Secretaria Nacional
de Finanzas; Miguel Barahona, en la Secretaria Nacional de
Información y Donaldo Ochoa, como Director del Instituto Hondureño
de Formación ENMANUEL MOUNIER.
Tanto la Secretaría Ejecutiva como los demás
organismos nacionales deberían ocuparse de ejecutar las resoluciones
del ultimo pleno, las cuales, expresadas en forma autentica,
fueron las siguientes:
Inscripción publica de simpatizantes de la
Democracia Cristiana.
Organización del MDCH, en toda la República,
con el propósito de convertirse lo mas pronto posible en partido.
Elaboración de tesis políticas sobre la constitucionalidad,
tesis programáticas y análisis políticos de América Latina
con el propósito de fijar posiciones ante los regímenes antipopulares
del continente.
Búsqueda de contactos con organizaciones populares
de el Salvador con el propósito de buscar formulas de solución
pacífica al diferendo entre ambos países.
Fortalecimiento interno de la organización
partidaria mediante la aplicación de los servicios administrativos.
V Pleno Nacional
El V Pleno Nacional del MDCH, realizado a
principios de 1975 y en un ambiente poco propicio por las
situaciones dolorosas dejadas por el Huracán FIFI, revistió
sin embargo, especial importancia porque significo la plataforma
de lanzamiento del Partido Demócrata Cristiano de Honduras.
El Movimiento Demócrata Cristiano de Honduras, que había actuado
mas como grupo de presión que como partido político, daba
paso al surgimiento de un nuevo Partido, el Partido Demócrata
Cristiano de Honduras, (PDCH).
El Directorio Nacional, a quien el V Pleno
confió la aplicación de las líneas estratégicas diseñadas,
quedo integrado por:
Marco Orlando Iriarte, Presidente; René Bulnes
Soleno, Vice-Presidente; Félix Valle Fortín, Secretario; Ramón
Velásquez N., Vocal I; Ramón Romero C., Vocal II; Ventura
Alvarez, Vocal III; Melva Reyes Gómez, Vocal IV.
EL Comité Disciplinario quedo integrado por
Julian Lagos, Mauricio Santiago Hernández, Pedro Mendoza como
Propietarios, Angel David Reyes, Carlos Amador y Fausto Erazo
C. Como Suplentes.
El nuevo Director había de enfrentar situaciones
muy difíciles debido al cambio de la coyuntura política nacional.
Efectivamente el 9 de Abril de 1975, apenas
un mes de haber sido electo el nuevo Directorio y aprobada
la estrategia para el año en curso, el periódico Norteamericano
The Wall Street Journal anuncio que la Compañía Transnacional
United Brands admitio haber pagado un soborno de $ 250.000
a los altos funcionarios del gobierno Hondureño. El jefe de
estado General Oswaldo López A. Uno de los supuestos sobornados
nombro inmediatamente una Comisión integrada por el Arzobispo
de Honduras, Monseñor Hector Enrique Santos, el Rector de
la Universidad, Jorge Arturo Reyna; el Procurador General
de la República, Serapio Hernández C.; el Presidente del COHEP,
Camilo Rivera Girón; el Secretario General de la C.T.H. Andres
Victor Artíles, a fin de que viajaran a EE.UU. y Europa para
esclarecer los hechos.
El 22 de Abril el Consejo Superior de las
FF.AA. destituyó al General de Brigada Oswaldo López Arellano
y con ello empezó lo que ha dado en llamarse segunda etapa
del gobierno de las FF.AA.; El Coronel Juan Alberto Melgar
Castro asumió la Jefatura del Estado, mientras que el coronel
Policarpo Paz García se hizo cargo de la jefatura de las Fuerzas
Armadas. La actitud del nuevo gobierno frente al PDCH y al
sector social cristiano en general fue desde el principio,
diferente a la que había mantenido el equipo de gobierno recién
depuesto.
En la misma tarde del 22 de abril el Coronel
Melgar Castro propuso al Ingeniero Vicente Williams A. Y al
Lic. Fernando Montes los cargos de Asesor del Jefe de Estado
y Ministro de Recursos Naturales, respectivamente.
Cuando el V pleno ratifico la línea independiente
del PDCH frente al gobierno Militar hizo algunas previsiones
que incluían la posibilidad de un cambio de un cambio de gobierno,
pero nadie esperaba que el cambio ocurriera tan pronto. El
Directorio, ante esta nueva situación, efectuó una reunión
ampliada el 22 y en la cual participaron 24 dirigentes entre
los quienes se contaba los Miembros del Directorio, del cuerpo
de Asesores, Comité Disciplinario, Secretaria Ejecutiva y
de la Democracia Cristiana Universitaria. La Secretaria Ejecutiva
estaba integrada por Alfredo Landaverde (Secretario Ejecutivo),
Oswaldo Discua, (Organización), Miguel Barahona (Información),
Fausto Erazo Camacho (Finanzas), Oscar Mejía (Formación) y
antonio Cruz Presidente de la Juventud Demócrata Cristiana
y Director del Instituto de Formación Enmanuel Mounier. Por
el cuerpo de Asesores estuvieron presentes Hernán Corrales
Padilla, Vicente Williams A., Oscar Mejía y José Roberto Molina.
Vale mencionar que el Cuerpo de Asesores,
nombrado por el Directorio Nacional en su sesión del 6 de
Marzo, ya no fue integrada con un Asesor por cada sector de
la vida nacional (Economía, Educación) como había sido costumbre,
sino los cinco Asesores desempeñaban funciones de Asesoría
General.
En vista de que el nuevo gabinete debía integrarse
rápidamente, los dirigentes reunidos esa noche autorizaron
privisionalmente a los dos militantes mencionados para que
integraran el nuevo equipo de Gobierno. La votación fue de
19 votos a favor, 4 en contra y una abstención.
El 25 de junio en la madrugada inicio la UNC
la llamada “Marcha de la Desesperanza”, operativo concebido
como la movilización de aproximadamente 120000 campesinos
de diferentes lugares del país hacia la capital, lugar donde
se concentrarían para pedir una entrevista con el Jefe de
Estado.
El Gobierno Militar ordeno detener la marcha
y así se hizo por parte de los Jefes de zonas Militares, pero
en Olancho, región en extremo conflictiva, la acción Militar
revistió características de extrema crueldad, por la alianza
de militares con terratenientes. Fue asaltado el Centro de
Capacitación Campesina ( Centro 18 de Febrero) de Juticalpa,
Olancho, y en la acción fueron muertos varios dirigentes campesinos,
otros, incluyendo un sacerdote Norteamericano, fueron detenidos
y encarcelados.
Por la noche los reclusos fueron trasladados
al Valle de Lepaguare y fueron asesinados junto con un Sacerdote
Colombiano y dos señoritas que también habían sido capturados
en la carretera hacia Juticalpa, los cadáveres fueron arrojados
a un pozo y este a su vez fue dinamitado. El jefe Militar
en Olancho anunció de que los reclusos habían huido y habían
integrado un grupo guerrillero, el crimen fue descubierto
y una comisión nombrada por el Gobierno Militar ordeno la
excavación necesaria para que los muertos fueran entregados
a sus familiares, mientrs tanto el mismo 26 de junio fueron
ocupadas por el Ejercito la oficinas de la C.G.T. y UNC en
Tegucigalpa capturando a los Dirigentes de ambas organizaciones.
Las consecuencias del conflicto y de su trágico
desenlace se hicieron sentir en los últimos 6 meses de 1975.
- Pérdida total del poco apoyo popular
que el gobierno Militar había conservado después del ultimo
golpe de Estado.
- Acentuación del repliegue que la Iglesia
había venido experimentando desde 1973 en el campo de la
promoción popular.
- Abandono progresivo de la estrategia de
presión por parte de la CGT-UNC y adopción de una aptitud
proclive a la negociación.
- Gestación de movimientos divisionistas
y de conflictos en el seno del sector social-cristiano y
del PDCH
- Consolidación de la alianza COHEP-PARTIDOS
TRADICIONALES, quienes lanzaron la consigna del “gran diálogo
nacional” para el retorno al régimen constitucional.
El 31 de Diciembre de 1976 el Jefe de Estado
en parte con la intención de recuperar el apoyo y la confianza
del pueblo, anuncio la creación de un organismo llamado Consejo
Asesor del Jefe de Estado, tal Organismo tendría como uno
de sus objetivos preparar el instrumento Legal para la realización
de elecciones.
VI Pleno Nacional
En su VI pleno, celebrado del 5 al 7 de marzo
de 1976, el PDCH habría de enfrentarse a la necesidad de integrar
las tendencias disidentes que habían surgido en su interior
y a la exigencia de definir su posición frente al anunciado
Consejo Asesor.
El VI Pleno decidió la participación del PDCH
en el Consejo Asesor, así como en las eventuales elecciones
a realizarse y autorizo a si mismo la formación de alianzas
tácticas con fuerzas progresistas, pero, en vista de que todavía
no había sido emitido el acuerdo sobre el Consejo Asesor (fue
emitido el 9 de enero), remitió la decisión final a un pleno
extraordinario que debería de realizarse.
La composición del Directorio electo en el
VI Pleno refleja el esfuerzo por integrar las fuerzas en pugna
al interior del partido ya que Osar A. Mejía, electo Vice-presidente,
era considerado representante de un grupo decidente en formación.
El Directorio quedo integrado por Orlando Iriarte A. (presidente),
Oscar A. Mejía (Vice-Presidente), Ramón Velasquez (Secretario),
Heriberto Flores (Vocal I), Concepcion Velásquez (Vocal II),
Marcelino Palma (Vocal III), y Cesar Rodriguez (Vocal IV).
Para el Comité Disciplinario, fueron electos:
Fausto Erazo C., Vilma de Pacheco y Julian Lagos.
VII Pleno Nacional
Los días 11, 12, y 13 de marzo de 1977 se
llevo acabo el VII Pleno Nacional del PDCH, en el Centro social
Universitario de Tegucigalpa, para este tiempo con la retractación
del Periodista Cerrato ante los Tribunales de Justicia, el
problema PDCH ACAN/EFE había finalizado y este hecho fortalecía
la posición del grupo dirigente opuesto al MAS.
Al pleno asistieron 113 delegados así: 18
de Cortés, 13 de Choluteca, 4 de Comayagua, 17 de Francisco
Morazán, 2 de Intibucá, 14 de Ocotepeque, 20 de Olancho, 16
de Santa Barbara, 14 de Yoro mas 6 Miembros del Directorio
(El Vicepresidente Oscar Mejía dio a conocer por escrito en
el mismo pleno su retiro del partido) y dos miembros del Comité
Disciplinario.
El nuevo Directorio quedó integrado
por Ramón Velásquez Nazar (presidente), Angel David Reyes
(Vicepresidente), Marcelino Palma (Secretario), Oscar Pinto
Flores (Vocal I), Ignacio Osorto (Vocal II), Alfonso Blanco
(Vocal III) y Roberto Urrutia (Vocal IV).
Como miembro del Comité Disciplinario fueron
electos Mauricio Hernandez, Florencio Molina y Roberto Sorto
(Propietarios): José Cisne Reyes, Gregorio Ordoñez y Concepcion
Velásquez (Suplentes).
Como delegados al Consejo Asesor fueron electos
Ángel David Reyes, orlando Iriarte y Hernán Corrales (Propietarios),
José R. Molina, Vilma de Pacheco y Marco A. Fajardo (Suplentes).
En el aspecto interno, una las primeras acciones
del Comité Disciplinario fue ejecutar la decisión del VII
pleno en cuanto a los miembros del MAS. En forma rápida y
venciendo la lentitud del procedimiento establecido, el Comité
Disciplinario procedió a la expulsión de 27 personas supuestamente
ligadas al MAS, pero la ejecución de las sentencias se realizo
progresivamente entre abril de 1977 y febrero de 1978.
El Directorio acordó la creación de un organismo
llamado Instancia Nacional y que incluye a los dirigentes
del partido en los diferentes niveles. También se impulso
el mecanismo de asambleas regionales periódicas a fin de tener
vinculada a la Dirigencia Nacional con los Lideres de base.
Mientras el PDCH solucionaba su problema interno,
se preocupaba por aglutinar y movilizar internamente a sus
militantes, se insertaba activamente también en el proceso
Pre-Electoral que se había iniciado en diciembre de 1977 con
la publicación de la Ley Electoral y de las Organizaciones
Políticas.
VIII Pleno Nacional y II de Organización
El VIII Pleno ordinario y II de organización,
se realizó del 10 al 12 de marzo de 1978, precisamente cuando
la agitación política se había acrecentado tanto en Honduras
como en los restantes países Centroamericanos, mientras en
Guatemala estaba por concluirse el proceso eleccionario, en
Nicaragua el Frente Sandinista y la oposición en general impulsaban
una serie de acciones que se habían iniciado a raíz del asesinato
de Pedro Joaquín Chamorro en el mes de enero. El problema
de Honduras con el Salvador, mientras tanto con la firma del
convenio de mediación y nombramiento del Dr. Bustamante y
Rivero como mediador, entraba a una nueva fase de solución.
Par impulsar la ejecución de sus decisiones
estratégicas, el VIII Pleno integró el Directorio Nacional
con Hernán Corrales Padilla, (Presidente), Miguel ángel Ortiz,
(Vicepresidente), Esteban de Jesus Mejia, (Secretario), Faustino
Rodriguez, Ángel David reyes, Roberto Molina y Carlos Guillén
como Vocales del I al IV respectivamente.
De los 7 Miembros del Directorio, 3 proceden
directamente del sector obrero-campesino, uno esta directamente
relacionado con el mismo y los otros tres proceden del sector
profesional.
El Comité Disciplinario quedo integrado por
José Cisne Reyes, Florencio Molina e Ines Fuentes. Como suplentes
fueron electos Isidro Chaver, Mirna de García y Baudilia Enamorado.
Como Delegados al Consejo Asesor del Jefe
de Estado fueron electos Ramón Velasquez Nazar, Ángel David
Reyes, Miguel A. Ortiz.
Después de un intenso trabajo, el P:D.C.H.
tuvo lista la documentación necesaria para solicitar la inscripción
legal como Partido Político, requisito que según la Ley de
Elecciones y de las Organizaciones Políticas debía cumplirse
a mas tardar el 31 de Diciembre de 1978 sopena de abandonar
los Tribunales Electorales.
El 18 de septiembre de 1978 el PDCH presento
al Tribunal Nacional de Elecciones el acta de constitución
debidamente autenticada, 160 constancias extendidas por los
respectivos Alcaldes Municipales y en las cuales se acreditaba
la existencia en igual número de Departamentos, mas de 12,000
firmas autenticadas, la bandera y el emblema, así como el
Ideario y el plan de gobierno del PDCH los documentos mencionados
fueron examinados por la Comisión Jurídica del Tribunal Nacional
de Elecciones, los cuales fueron encontrados de acuerdo a
la Ley.
El lunes 13 de Noviembre, cuando faltaban
solo 5 días para que finalizara el termino legal para decidir
sobre la inscripción del PDCH, el tribunal empezó a examinar
los documentos presentados. Pese a lo corto del tiempo los
documentos fueron revisados detenidamente y también fueron
encontrados aceptables de conformidad con la ley.
El Viernes 17 de Noviembre, en la noche del
ultimo día del termino indicado para que el TNE decidiera
sobre al inscripción del PDCH, fue presentada una moción por
el Abogado Elías J. Cálix, miembro propietario designado por
el Partido Nacional y en la cual se acusa al PDCH de estar
financiado y dirigido desde el exterior, así como de propugnar
la violencia. La moción fue aprobada por mayoría de votos.
Votaron a favor de la misma los miembros propietarios designados
por la Corte Suprema de Justicia, por el Partido Nacional
y por el Partido Innovación Unidad (PINU).
Los documentos que acompañó al Partido Nacional
par apoyar su moción eran fotocopias de documentos privados
los cuales no constituyen prueba según la Ley y además en
ninguno de esos documentos se mencionaba al PDCH la opinión
publica protestó contra tal maniobra, pero la correlación
de fuerzas al interior del TNE era adversa al PDCH.
El abogado Virgilio Gálvez madrid (Nacionalista),
miembro propietario designado por la Corte Suprema de Justicia
(cuyo presidente es un ex-presidente del Partido Nacional)
y el Lic. Rodolfo Luna Morán, designado por el PINU y Secretario
del T.N.E. dieron su apoyo decidido a la maniobra del Partido
Nacional.
El PDCH, por medio de una Instancia Nacional
reunida a efecto llegó a la conclusión de que la acción del
Partido Nacional era una maniobra política disfrazada con
argucias legalistas y decidió dar la batalla tanto en el plano
Legal dentro del T.N.E., como en el plano político.
El Partido Liberal apoyó al PDCH en
sus luchas dentro del TNE.
Al abrirse el periodo de pruebas el P.N. después
de muchas dilatorias para ganar tiempo, presento como testigos
a siete personas, en su mayoría expulsados del PDCH, y en
una colección de documentos relacionados con el financiamiento
que las organizaciones social-cristianas (UNC, CGT, CONCORDE)
han recibido del exterior para apoyar sus actividades de promoción
social.
Ni los documentos ni las aclaraciones de los
testigos pudieron probar las afirmaciones irresponsables que
el Partido Nacional lanzo contra el PDCH, cuando el P.N. vio
que no había portado medios convincentes para mantener un
mínimo de credibilidad como apoyo a sus aleados en el TNE,
pidió se le concediera un termino extraordinario de prueba,
esta solicitud el fue denegada y con ello tenia preparado
el camino para ir en amparo a la Corte Suprema de Justicia.
El 29 de Diciembre cuando solo le quedaban
dos días al PDCH par inscribirse o abandonar los Tribunales
de Elecciones de todo el país, el PN presentó el recurso de
amparo el cual le fue admitido con toda celeridad por la Corte
Suprema de Justicia. De esta manera el TNE quedó imposibilitado
para continuar conociendo el asunto y el PDCH al llegar el
termino fijado por la Ley, tuvo que abandonar los Tribunales
Electorales. Mientras tanto el PINU había sido inscrito contando
para ello con los votos del PDCH, y del Partido Liberal,
así como con el apoyo de quienes lo habían llevado a votar
contra la Democracia Cristiana.
El Gobierno Militar, permaneció en silencio
como correspondía a quien había declarado públicamente que
garantizaría elecciones libres, pero no era un secreto que
el P.N. contaba con la complicidad del aparato administrativo
del Estado para asegurar su triunfo mediante la manipulación
del proceso censal. Las Alcaldías (Municipalidades) fueron
cambiadas casi en su totalidad par ubicar a ciudadanos nacionalistas
y lo mismo ocurrió con las gobernaciones Departamentales.
Cuales fueron las razones que tuvo el PN y
su aleados para acordar la no inscripción del PDCH. en primer
lugar el temor al un partido cuya trayectoria le ha ganado
la simpatía del pueblo marginado y, consecuentemente, el miedo
a que el PDCH, impulse algunos cambios que afecten los intereses
que representa el Partido Nacional en el plano Político.
La Corte Suprema de Justicia, rechazo el recurso
de amparo interpuesto por el Partido Nacional el 29 de agosto,
exactamente a los 8 meses de su solicitud, a pesar que el
Lic. Alejandro López Cantarero (Nacionalista y expresidente
del Comité Central del Partido) presidente de la Corte Suprema
de Justicia declaró en un Diario del país, que la resolución
se daría en unos 20 días.
La tardanza maliciosa de la Corte Suprema
de Justicia en resolver este caso fue parte de la zancadilla
política para impedir la inscripción del PDCH aun más para
reafirmar esta decisión, la Corte Suprema de Justicia tardo
20 días en comunicar la resolución sobre el recurso interpuesto
por el Partido Nacional y trasladar toda la comunicación de
la solicitud de inscripción al Tribunal de Nacional de Elecciones.
Con fecha diecinueve de septiembre del año
en curso, el Fiscal del Partido Nacional de Honduras solicitó
la nulidad absoluta de actuaciones en el expediente de inscripción
desde el primer escrito presentado por el doctor Hernán Corrales
Padilla, inclusive, alegando: “Que el Doctor en Medicina y
Cirugía, Don Hernán Corrales Padilla, no es miembro activo
de este Colegio y, por consiguiente, de conformidad con lo
preceptuado en los artículos 11 y 12 de la Ley orgánica de
esta Asociación, que reglamenta el ejercicio profesional para
todos los miembros activos y procuradores, NO ESTA AUTORIZADO,
para ejercer actos de procuración, ya que tal actividad corresponde
exclusivamente a los Abogados y Licenciados en Ciencias Jurídicas
y Sociales Colegiados, pues de acuerdo con la formación profesional
y académica del Doctor Hernán Corrales Padilla, su inscripción
necesariamente tiene que verificarse en otro Colegio”.
El mismo día, el Tribunal Nacional de Elecciones
resolvió favorablemente la solicitud de nulidad con los tres
votos de los miembros de afiliación Nacionalista favorable
a la nulidad en contra de los designados por el Partido Liberal
y el PINU. El tribunal Nacional de Elecciones al resolver
el mismo día que recibió la solicitud de nulidad, violento
el procedimiento que normalmente se había utilizado, cual
era conocer el caso de la sesión inmediata posterior de haber
recibido una solicitud, solicitar la opinión de la Comisión
Jurídica, discusión por el T.N.E. y resolución de la solicitud
de nulidad presentada por el Partido Nacional se resolvió
en unas dos horas sin que el PDCH haya tenido oportunidad
de conocer y discutir el documento.
El Tribunal Nacional de Elecciones no debió
decretar la nulidad de actuaciones violo la Garantía Constitucional
referente a la Seguridad Jurídica, en vista de que el Doctor
Hernán Corrales Padilla ejerció un derecho ciudadano, publico,
subjetivo, personal e individual, en interés de una comunidad
de voluntades tendientes a obtener la inscripción de un partido
político. El Doctor Hernán Corrales Padilla nunca realizó
un acto de procuración, el acto que realizó fue una comparecencia
y el documento de solicitud de Inscripción se entrego poder
como procurador al Lic. Armando Echenique y de esto tiene
constancia el pueblo Hondureño.
Además el Tribunal Nacional de Elecciones
violó también el derecho de petición consagrado en el Articulo
90 de la Constitución de la República y que literalmente dice:
“Toda persona o asociación de personas tiene el derecho de
presentar peticiones a las autoridades, a que por motivos
de interés particular o general y el de obtener pronta respuesta".
Tal nulidad seria procedente si en efecto
el Partido Demócrata Cristiano de honduras tuviera personalidad
Jurídica reconocida por el Estado a través del Tribunal Nacional
de Elecciones y se le hubiesen aprobado sus estatutos, los
cuales determinarían todo lo relativo a sus órganos de representación,
atribuciones y funciones.
Caso este es que sus órganos de representación
posiblemente su presidente o fiscal tendrían que conferir
poder en escritura pública a un profesional del Derecho Colegiado,
par que este pudiera representar al Partido ante las Autoridades
Administrativas y Judiciales, sin embargo, este no es el caso
del Partido Demócrata Cristiano de Honduras que carece de
personalidad Jurídica y los trámites que se iniciarón ante
el Tribunal Nacional de Elecciones persiguieron precisamente
su reconocimiento como organización política; o sea, que siendo
un partido político en formación y no poseyendo Personalidad
Jurídica ni Estatutos aprobados por el Estado, no podrían
sus autoridades comparecer ante notario para conferirle poder
a un Profesional del Derecho colegiado para que representara
al partido.
La oposición abierta en contra de la inscripción
del PDCH tenia motivaciones políticas y que nunca constituyo
un juicio jurídico. Esto dio motivo a que, se violara continuamente
la Ley, con el pretexto de defenderla.
Algunos atropellos a la Ley para impedir la
inscripción del PDCH, son los siguientes:
- La moción impugnando la inscripción
del PDCH fue presentada por el Lic.Elias J. Cálix miembro
propietario designado por el Partido Nacional y no por el
Fiscal de ese Partido como era lo procedente.
- La solicitud de nulidad de actuaciones
debió haberse propuesto en el primer escrito (Moción del
Lic. Elias J. Cálix 17 de noviembre 1978) al articulo 131
del código de Procedimientos Civiles.
- La solicitud de nulidad fue presentada
en forma extemporánea, puesto que se realizó, como consta
en el expediente, cuando ya estaba concluido el período
probatorio y la solicitud de inscripción del PDCH, únicamente
se encontraba pendiente la resolución.
- El PDCH, solicito un Recurso de Amparo
ante la Corte Suprema de Justicia por violación a Garantías
Constitucionales y como era de esperarse fue denegada tal
solicitud.
- Aparte de los Juicios Jurídicos expuestos
es evidente que los actos de mala fe ejecutados en contra
del espíritu democrático que el Legislador ha plasmado en
la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, la deslealtad
moral y el uso de subterfugios utilizados en momentos tan
precisos par la estabilidad institucional y Jurídica del
Estado, de la Paz Social y del Bien Común, no acarrearían
mas que el abocamiento a un juicio histórico refrendado
con el repudio de un amplio sector de la ciudadanía Hondureña
y de la conciencia democrática internacional.
- Las Elecciones par el 20 de abril
de 1980, que podrían haber sido la oportunidad para establecer
en nuestro país la vigencia de una democracia más amplia,
han sido instrumentalizada a través de un vergonzoso fraude
que tiene como propósito llevar al poder a una minoría retardataria,
dispuesta a mantener a todo trance los privilegios de que
ya disfrutan.
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